La soledad de un paraguas
Plaza del Pilar (Zaragoza)
Y el paraguas, en su soledad, se hizo protagonista por unos instantes, ayudado del cierzo que lo empujaba hacia la libertad...
Plaza del Pilar (Zaragoza)
Y el paraguas, en su soledad, se hizo protagonista por unos instantes, ayudado del cierzo que lo empujaba hacia la libertad...
Avenida de Ranillas (Zaragoza)
Mirando al horizonte, con toda la calma del mundo.
Como dice Garfield: "Mientras haya espacio, pienso quedarme mirándolo fijamente". Que sabios son los gatos... y las ranas.
Río Ebro a su paso por Zaragoza
Hoy podrás beber y lamentar
que ya no volverán
sus alas a volar
cien gaviotas dónde irán
Algún lugar entre Huesca y Zaragoza
Permite que te invite a la despedida
no importa que no merezca más tu atención
así se hacen las cosas en mí familia
así me enseñaron a que las hiciera yo...
Basílica del Pilar (Zaragoza)
Puse una vela por todos y cada uno de vosotros, otras dos por el camino andado y por el que queda por andar, encendí una pensando en lo que nunca dije, y cinco o seís por aquello que no debía de haber dicho jamás.
Otra se la dediqué a la mala vida y siete a cada pecado capital que no cumplí.
Renové la vela del amor, la de la salud, la del trabajo, la de la suerte, la de la amistad, la del afán por aprender, la de la sonrisa y la de las ganas de volver.
Me quemé al intentar encender la correspondiente al Noveno Mandamiento.
Apagué aquella que puse hace años y que nunca más necesitaré.
Puse cada una de las velas de las tartas de cumpleaños que no soplé y aquellas que sirvieron para iluminar las noches tormentosas de mi vida.
Mis dedos se quemaron al sujetar la vela de la pasión y sintieron frío al apartar la de la falta de educación.
Descubrí como mantenían su llama las velas de las promesas que no cumplí y como habían ido apagándose aquellas que encendí por cada beso que no olvidé.
Recé, pensé, imaginé y deseé regresar con nuevas velas que encender... y con otras tantas que apagar.
Cementerio de Torrero (Zaragoza)
Lágrimas cansadas de esperar...